1 de diciembre de 2010
Era una calle antigua , angosta, y adoquinada, parecia estar humeda por el rocio de la noche, mi mente confundida no sabia hacia donde caminar, ni a quien preguntar.
Habian casas, negocios y uno que otro escaparate; era el antiguo Londres, Paris, o Viena, ¡yo que sé! Mi vestido blanco estaba mojado, por sudor o lluvia, en mis oidos hacia eco el taconeo de mis zapatos que corrian aceleradamente buscando algo conocido, la angustia invadia mi alma, mi respiracion se agitaba una y otra vez…
La gente de aquella calle hacia un tremendo contraste con el escenario, mis ojos observaron medievales, samurais, rockeros, hippies, condes, barones y baronesas, nativos etc; me senti aun mas confundida que al principio.
Caminé y caminé, la calle parecia no terminar…. A lo lejos pude ver un rótulo, parecia una tienda, un alamacén, una despensa, “La sucursal de los sueños en plusvalía” , entré y me congelé al ver lo que mi cerebro trataba de comprender…. Eran cientos, miles, infinidades de botes de cristal… en cada uno de ellos pasaban como peliculas, cada unos de mis sueños.
entré y me congelé al ver lo que mi cerebro labatterie trataba de comprender…
ResponderEliminar